VOLVIÓ UNA NOCHE....
ELECCIONES PORTEÑAS 2011
¿Vaca Narvaja quiere ser candidata a vicejefa?
Inusual despliegue político doméstico de la embajadora argentina en México. Patricia Vaca Narvaja, dicen, tiene ambiciones de ser candidata a vicejefa de Gobierno porteño. En especial por la corriente de Amado Boudou, si el candidato es Daniel Filmus.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Patricia Vaca Narvaja es la embajada argentina en México. Sin embargo despliega una irrupción mediática local similar a la que tuvo su antecesor, Jorge Yoma, cuando intentó reinsertarse en la política peronista riojana.
Ex aliada política de Patricia Bullrich, luego Vaca Narvaja adhirió al kirchnerismo: subsecretaria de Defensa de la Competencia, diputada nacional por Córdoba, y ahora México, pero se empeña en una repatriación y para ello se encuentra en el distrito porteño junto a Amado Boudou.
Dicen que ella especula conque, por la ley de compensaciones, si Boudou no es candidato sino Daniel Filmus, ella pueda, en nombre de esa corriente, ser la Nº2. Todas versiones, obviamente.
Algo de esto último puede sospecharse en la lectura del espacio digital de Vaca Narvaja.
Aqui la más reciente exposición pública de Vaca Narvaja, aprovechando que ella fue impulsora de la legislación que reguló la medicina privada, en una entrevista de Leandro Renou para el diario Tiempo Argentino:
–¿Usted confía en que en la reglamentación no se va a alterar el espíritu de la ley?
–No se puede, porque además de forma instantánea, habría presentaciones judiciales por parte de organismos y asociaciones de consumidores. En 2001-2002 nosotros tuvimos una experiencia con una ley de seguros que reglamentó Duhalde con modificaciones hechas por decreto y que terminó cambiando el espíritu de la ley. Fuimos a la justicia y se declaró inconstitucional ese decreto. No se va a cambiar el artículo 10 (que admite la asociación a la prepaga de personas enfermas), que las empresas ni lo sueñen, van a tener que aceptar sí o sí a personas con enfermedades.
–Las prepagas están haciendo lobby para que se modifique ese artículo 10, que les prohíbe rechazar pacientes con enfermedades crónicas…
–Lo único que se puede hacer con ese artículo es que el Ministerio de Salud –órgano de aplicación encargado de la reglamentación– especifique cuándo existe una preexistencia y establecer cuánto de más pagará un usuario que ingrese a una prepaga con una preexistencia.
–Cuando las empresas hablan de subsanar ese artículo, y considerando las presiones y el lobby que han hecho, ¿cuál piensa que es la jugada de esas corporaciones?
–Ellos van a intentar que la autoridad de aplicación plantee un universo amplio de preexistencias y que sea duradero en el tiempo. De esta forma, podrían cobrar un plus por enfermedades que quizá sean bastante comunes. Incluso pueden citar algunos síntomas, para especular con que podrían transformarse en patologías crónicas tras la afiliación. Pero el Ministerio de Salud conoce bien este tipo de especulaciones, por eso creo que van a estar encima de la reglamentación para que no se hagan los vivos. Por eso es importante la profesionalidad del ministerio. Además, es bueno que haya una coordinación con Economía, para que aparezca y se considere toda la serie de aumentos de las prepagas en estos años.
–¿Le llamó la atención que hasta las prepagas chicas, los laboratorios y los prestadores se han mostrado a favor de la ley?
–No. Las grandes empresas que dominan el mercado son formadoras de precios, por su escala y su volumen de compra. Y con esto, les marcan la cancha a las más chicas, por eso esta ley transparenta el mercado y visto a largo plazo, termina protegiéndolas. Las grandes tienen la mayor crema en la desregulación de las obras sociales. Las grandes prepagas cierran sus convenios con las obras sociales, por lo cual ganan con el descuento de los aportes desde los sueldos de los trabajadores.
–Las empresas hablan siempre de que van a quebrar si se aplica esta norma. Cuando ustedes las convocaron a debatir en 2008, ¿mostraron alguna prueba económica que demuestre la posible bancarrota?
–No, nunca. Además, es improbable que con las cuotas tan elevadas que cobran se produzca de un día para el otro un aluvión de gente enferma que se vaya a afiliar a una prepaga. No hay que perder de vista, por otra parte, que estas pocas empresas grandes han ganado millones de dólares en todos estos años, y algunas, como Swiss Medical, han diversificado sus negocios con el dinero de sus afiliados prepagos.
–¿Qué análisis hace de la repercusión mediática de esta ley? Muchos la señalaron como polémica…
–¿Cómo va a ser polémica una ley que se votó en el Senado y en Diputados por unanimidad? Yo creo que esta falta de acompañamiento de los medios dominantes tuvo que ver con dinero por pauta publicitaria de las prepagas. En su momento, ya me había pasado cuando yo estaba en la Secretaría del Consumidor, era un parto que los diarios grandes sacaran algo en contra de las empresas de celulares y los supermercados, porque pautaban. Además, creo que en este momento el tema prepagas se utilizó políticamente.
–¿A qué se refiere?
–Algunos sectores de la oposición se pusieron en línea con las empresas y usaron leyes como la de prepagas para posicionarse en contra del kirchnerismo, y lo más grave es que algunos, como Federico Pinedo, del PRO, ya habían votado a favor de la norma en 2008 y ahora se abstuvieron.
Por otra parte, metieron en el medio a Moyano y a la CGT para trabar el proyecto. Así, empiojaron la negociación y les pusieron los pelos de punta a aquellos que por su gorilismo, cuando les nombran a Moyano automáticamente se oponen. Me refiero a la Coalición Cívica y al PRO. Sin tener la coherencia de tener un discurso igual al de 2008.
–¿Y por el lado de las empresas?
–Las empresas fueron las más rápidas, utilizaron a la oposición como voceros mediáticos. Fue un doble juego entre el sector empresario y la oposición, pero no se dieron cuenta que no iban contra el kirchnerismo, sino contra una ley que resguarda el derecho de 4,5 millones de personas. El colmo fue la última sesión, donde la CC, el PRO y la UCR no dieron quórum y se logró empezar por la voluntad del oficialismo y los partidos de izquierda. Utilizaron a la ciudadanía como rehén para un tema que para ellos era político.
–¿No le llamó la atención que en esa sesión, donde se votaron dos leyes clave como lavado de dinero y prepagas, no estuviera Elisa Carrió?
–No, mientras yo estuve en el Congreso, si Carrió fue dos o tres veces, fue mucho.
–¿Le consta que hubo alguna vez dinero para los diputados y senadores para parar la ley?
–No, a mí no me consta. Pero sí me parece que hubo intereses económicos de los voceros mediáticos, y un posicionamiento político de la oposición.
–¿La ley va a fundir a las empresas?
–Lo único que va a traer esto es regulación y transparencia en quiénes van a ser los prestadores, termina con los abusos tarifarios y contractuales, que ahora van a tener que fundamentar.
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