DESEQUILIBRIO
La Nueva Provincia - 13-Mar-10 - Opinión
http://www.lanueva.com/edicion_impresa/nota/13/03/2010/a3d104.html
EDITORIAL
Desequilibrio
No todos los disparates institucionales pueden cargarse a la cuenta de Cristina Fernández.
Diálogo trunco entre gobierno y oposición, encaprichamientos absurdos por ambas partes, anteposición traidora de los intereses personales y sectoriales a los de la patria común y, derivadamente, una sensación general de caos y de enervamiento no muy distinta de la que precipitó, hace ocho años, el histórico y vergonzoso reclamo de "que se vayan todos".
No todos son, pues, culpas suyas. El problema es que no debiera serlo ninguna. Porque en ese ida y vuelta de agravios, maniobras y frases arrojadizas, en teoría ella es la presidenta de todos los argentinos, mientras que ellos --la oposición-- apenas son la cara visible de algunos argentinos.
El punzante cruce entre Cristina y la Corte Suprema, a la que acusó de querer censurarle y de ser parcial, se inscribe en dicho marco. Si la Corte sólo insinúa a la ciudadanía que la presidenta se está extralimitando, tiene razón y la mandataria deberá enmendarse.
Claro que suponer una voluntad de enmienda en alguien tan sectario como Cristina Fernández sería de una ingenuidad inconcebible
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