ENGENDROS

Castellanos - 20-Abr-10 - Opinión

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ENFOQUE
Pidiendo perdón

por Ricardo Medrano
ricardo.g.medrano@hotmail.com

Se acerca la fecha del tan mentado Bicentenario, celebrando la gesta independentista de los hombres de mayo. Esta fecha especial para el país, no es patrimonio nacional exclusivamente, ya que las condiciones impuestas por Napoleón en Europa empujaron a los fieles a la corona de España a romper lazos con la madre patria ya que esta estaba bajo el mando del hermano del emperador francés.

Esa es la razón que la gesta revolucionaria e independentista no se circunscribió a un país ni a una región sino que se extendió por todo el subcontinente.

Es así que la fecha señalada en Venezuela se adelanta unos días a la nuestra, por esta razón la presidente de Argentina se encuentra por estas horas en aquellas tierras para celebrar esta fecha tan significativa. En esta oportunidad, Cristina Fernández se encuentra rodeada por pro hombres de la democracia de la talla de Raúl Castro, Evo Morales, Daniel Ortega y por supuesto el anfitrión Hugo Chávez.

Tan estrechas son las relaciones entabladas por los respectivos gobiernos, que la presidente será la oradora honorífica designada para dirigirse al Congreso venezolano para conmemorar la gesta independentista, en un giro de lo más cínico, los mandatarios que se empeñan en acotar las libertades recuerdan a esos hombres que dieron la vida por las mismas libertades.

El pueblo venezolano tiene por estos días demasiadas cosas por las que lamentarse, país riquísimo que es llevado al abismo por el ególatra de boina roja que insiste una y otra vez en hablar de esta revolución que no es otra cosa que un estado totalitario y corrupto maquillado con oratoria de izquierda.

La destrucción que está sucediendo en el país hermano no tiene parangón es aún peor de lo que los Kirchner le están haciendo a la Argentina. Es por eso, que desde este espacio, quiero hacerle llegar al pueblo hermano de Venezuela mis disculpas, por las palabras que nuestra presidente pronunció en defensa del mandatario ególatra y su supuesto modelo, que versa en empobrecer un país rico, destruyendo todo a su paso merced de su sed de poder.

Para los venezolanos, el diario sufrimiento al que son sometidos es insoportable, mientras se les anuncia por diestra y siniestra que el país está mejor que nunca, ellos experimentan la pérdida de las libertades, una inflación galopante, índices de criminalidad nunca antes vistos y una escalada de la corrupción extraordinaria.

La presidente llevó a esas tierras su mundo de fantasía, ese que insiste en vendernos a los argentinos, que al igual que los venezolanos, estamos cansados del jarabe de pico que nada cura y enriquece a los miembros del círculo áulico.

Tanto Venezuela como la Argentina, son países con increíbles oportunidades y potenciales enormes, pero desgraciadamente, están siendo dirigidos por personas egoístas que han sabido explotar al máximo sus discursos, convenciendo a los vulnerables que todo lo hecho, o más bien deshecho, es en su provecho, cuando en realidad, poco le importan los desamparados a los gobernantes de esta calaña, sólo les importa el poder, cueste lo que cueste.

Desgraciadamente, el costo de estos delirios se mide en vidas, muchas son las pérdidas por estos engendros de la política que hoy nos toca sufrir.