GRANDE JUNIN
Quiero retruco: Carta abierta del intendente Meoni a los Kirchner
“El Gobierno Nacional debe aceptar y reconocer que la Argentina desde hace tres años está inmersa en un proceso de inflación", advirtió en una Carta abierta el intendente de Junin, Mario Meoni. Pocas veces un intendente municipal se plantó tan frontal a los Kirchner. “ Los vecinos de Junín no se van a dejar engañar por quienes mienten en el Indec, en la inflación, en su patrimonio; por quienes no respetan las instituciones, por quienes no le permiten a sus legisladores ir a debatir al Congreso
El intendente municipal del partido bonaerense Junín, Mario Meoni, envió una carta a los medios de comunicación de esa localidad, relacionada con una polémica por las viviendas del Plan Federal.
El gobierno de los Kirchner había acusado, horas antes, al intendente Meoni por la demora en la entrega de las obras, que siguen inconclusas.
Meoni, un intendente bonaerense con cierto futuro (mucho más que Florencio Randazzo o Ariel Fabián Franetovich o Julián Domínguez, por ejemplo), respondió con arrojo.
Meoni fue un radical K, porque acompañó a Julio Cobos cuando se integró al iluso y mentiroso proyecto de la Concertación Plural, al igual que Felipe Solá o Carlos Reutemann, en el PJ. Pero luego se distanció, al igual que Cobos. Probablemente ellos comprendieron que el kirchnerismo había decidido santificar la intolerancia (y ese fue el motivo de la resolución administrativa 125, que dividió aguas).
Néstor Kirchner dejó en claro que no ayudará a Junin como en el pasado porque Meoni se fue con Cobos, en un evidente intento de advertirle a otros intendentes municipales acerca del riesgo que corren si se distancian del proyecto oficial.
Aqui el texto completo de Meoni, titulado “El precio que hay que pagar”:
“El título de esta nota no tiene que ver con el precio que tienen que pagar los 191 adjudicatarios de las viviendas del Plan Federal que tienen sus casas sin terminar.
Es el precio que tengo que pagar yo por estar con la gente.
Se trata de un costo político, pero que los políticos especialistas en revanchas, que son justamente quienes hoy conducen el país, lo llevan a transformarlo en conflictos sociales, en detrimento de tal o cual persona, sin detenerse a pensar a cuántas personas más perjudican.
No es la única ni la primera vez que actúan de esta manera. Rápidamente podemos recordar que la jueza Sarmiento emitió un fallo judicial que no acompañaba la postura del Gobierno Nacional y casualmente horas después su padre fue detenido.
Por lo tanto, no sería extraño que esta cuestión administrativa que tiene frenada las obras de culminación de 191 viviendas del Plan Federal tome dimensiones nunca antes previstas ni imaginables.
Para que las viviendas se terminen la decisión es muy sencilla y no está en nuestras manos. El Gobierno Nacional debe aceptar y reconocer que la Argentina desde hace tres años está inmersa en un proceso de inflación.
Y que, por lo tanto, la obra que determinada empresa tenía que hacer por un determinado monto de dinero, desde hace tres años no se puede hacer porque vale más, como la leche, el pan, la nafta, el pasaje de colectivo, el peaje, la carne, los fideos, la ropa, el seguro del auto, las lapiceras, la gaseosa, los tomates, las zapatillas y todo lo que usted compra o no.
Lo mismo sucedió con los materiales de construcción, las ventanas, las chapas, el cemento, la arena, los mosaicos, ahora valen mucho más que hace tres años. Cuando el Gobierno Nacional le reconozca a la empresa constructora que una ventana que antes valía determinado precio hoy cuesta más del 50% o mucho más, la empresa comprará esa ventana y la pondrá en la obra.
Como ya sabemos y lo constatamos a diario, esto es muy difícil que suceda. Por eso, se buscan otros responsables.
Lo que lamento, es que se me atribuya una responsabilidad política personal sobre cuestiones como estas. Compartir un espacio político con el vicepresidente de la Nación Julio Cobos, no debe ser tenido en cuenta. Y tampoco debe ser el problema. Es sólo la excusa de aquellos que se manejan con el impulso del resentimiento y de la venganza.
Además, yo no elegí a Julio Cobos.
Yo elegí acompañar a los vecinos, al pueblo, a los argentinos.
Elegí estar del lado de los sectores productivos, de los trabajadores.
Elegí que en este país no vuelva a la crispación social y a la lucha entre argentinos.
Elegí la paz social.
Elegí lo que la inmensa mayoría de los juninenses me reclamaba, que era lo mismo que estaba reclamando la inmensa mayoría de los argentinos.
Julio Cobos también eligió ese camino. Y por eso actuó como actuó.
Y por eso comparto con él una visión de país.
Pero esta, como dije antes, es la excusa de los que no tienen argumentos.
Ahora seguramente seguirán denuncias que podrán trascender las fronteras de nuestra ciudad, a través de campañas de desprestigio hacia mi persona y hacia mi capacidad de se gestión como intendente de Junín.
En ese camino, el kirchnerismo encontrará socios locales que nunca habría pensado tener.
Y todo basado en una desagradable maniobra de usufructuar la desesperanza de 191 familias que tenían y tienen una ilusión, que a pesar de todo, trataré de cumplir.
Celebramos la llegada de la auditoría, si la misma conseguirá destrabar esta situación de injusticia para las 191 familias adjudicatarias.
Ojalá sirva para eso y no para seguir dilatando una solución que lamentablemente no se encuentra en nuestras manos.
Y ojalá la auditoría del Gobierno Nacional se extienda a las ciudades donde las viviendas ya fueron entregadas y hoy se encuentran en deplorable estado y también a aquellas localidades donde también las obras están frenadas.
El propio ex Presidente dijo esta semana que antes ayudaba a Junín, entonces, me pregunto, ¿por qué hoy no? ¿Por mí? ¿Por Cobos? Si es así, la realidad indica que lo que no le interesa son los juninenses.
Cuando decidimos hacer una obra en el municipio no lo hacemos de acuerdo a quiénes son los vecinos de la cuadra, no preguntamos si son pe-ronistas, radicales o socialistas. Hacemos tal o cual obra porque hay una necesidad, que es de esos vecinos en particular y de la ciudad en general.
Por eso, sé que los vecinos de Junín no se van a dejar engañar por quienes mienten en el Indec, en la inflación, en su patrimonio; por quienes no respetan las instituciones, por quienes no le permiten a sus legisladores ir a debatir al Congreso de la Nación, por quienes, en definitiva, no están interesados por el futuro de los argentinos y mucho menos el de los juninenses”.
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