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miércoles, 4 de noviembre de 2009

QUE DIOS NO LO PERMITA




(La repentina indisposición de Néstor Kirchner)

Por el Dr. Alfredo Raúl Weinstabl

Nuestro país es indudablemente un país bendecido por Dios. Lleno de potencialidades y ventajas comparativas, clima, extensión geográfica, población, ausencia de conflictos profundos, de guerras devastadoras, en definitiva, todo lo que ya sabemos por haberlo escuchado y repetido miles de veces.

Pese a ello, salvo períodos relativamente breves en nuestra historia, no pudimos levantar vuelo a causa de conflictos domésticos fácilmente solucionables si se a aplicara honestidad, buena voluntad y fundamentalmente un mínimo de sentido común.

Un conocido político extranjero manifestó “… que es imposible destruir la Argentina aún si los argentinos se lo propusieran…”.

Es cierto, pero no la queremos destruir, pero tampoco podemos empezar el tan ansiado despegue hacia el desarrollo y el bienestar. Salimos de un conflicto para caer en otro…y así constantemente. Tampoco sabemos como pudimos salir de los continuos conflictos que nos parecen terminales.

Es por todos conocidos la frase del refranero popular de “Que Dios es argentino”. Y es probable que así sea. Y debe ser por ello que la Argentina aún existe pese a la corrupción y desgobierno de los últimos años y a la manifiesta incapacidad de nuestros dirigentes.

Sin duda alguna, los dos peores presidentes que tuvo nuestro país en el último siglo y en el que va de este son Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner. El primero en el año 2001 nos llevó a la peor situación del siglo XX. Un descontrolado y mayúsculo caos político, económico e institucional. Prácticamente una situación terminal.

Su caótico gobierno estuvo caracterizado por la mega devaluación de la moneda, la torpe salida de la convertibilidad, la pesificación forzada de los depósitos bancarios, la anomia y violencia existente y una economía en profunda recesión que incrementó la pobreza e indigencia hasta índices nunca vistos antes en la Argentina.

La esposa de su sucesor se refirió a él como “El Padrino”, endilgándole la categoría de mafioso. También algunos lo consideran como “el mayor responsable político de la droga en la Argentina”. Nadie podría haber causado más daño al país que el que el hizo.

Pero de todos los errores, horrores y desatinos cometidos por Duhalde seguramente el peor de todos fue entronizar como su sucesor en la presidencia del país, a un ignoto y desconocido político patagónico con pésimos antecedentes en su gestión como gobernador de la provincia de Santa Cruz.

No creo necesario enumerar las innumerables “virtudes” y el “fuerte espíritu democrático” de Kirchner, ya que son ampliamente conocidas por la ciudadanía.

Entre Duhalde y Kirchner es difícil precisar quien de los dos es el que más daño causó al país. Tal vez este último por la cantidad de años que lleva en el poder.

Hace unos días trascendió una versión que Néstor Kirchner había sido llevado de urgencia al Hospital Alemán. Fuentes cercanas a una agencia vinculada al nosocomio aseguraron que el ex presidente estaba internado, desde el día anterior del que se conociese la noticia, y que la presidente de la Nación ya había pasado a visitarlo.

Néstor Kirchner había sido llevado de urgencia, y estaba internado por una afección cardiaca, (¿se habrá intoxicado con su propio veneno?).

La falta de información oficial dejó dudas si en realidad era por la afección cardíaca o por el agravamiento y recaída del cuadro de colon irritado, dolencia que padece desde hace muchos años. (¿Las desafortunadas y procaces palabras pronunciadas hace unos días por el diputado Narváez tendrán algo que ver en este tema?).

La agencia que publicó esta noticia intentó en vano comunicarse con las autoridades del Hospital Alemán. Consultadas fuentes de la agencia oficial TELAM corroboraron la noticia en forma extraoficial, pidiendo reserva sobre ello.

Posteriormente la dirección médica del reconocido centro asistencial, ante una consulta de Noticias Argentinas, aseguró que "El ex presidente no estuvo ni está internado en el Hospital Alemán”.

Como todo lo de este gobierno dice o hace no es creíble, esta noticia es una más que está en las tinieblas, sin un mínimo atisbo de transparencia.

De ser verídico el trascendido, es de esperar que el ex presidente salga pronto de esta situación.

Este deseo, se debe fundamentalmente a tres causas:

No es de buen cristiano desear el mal al prójimo (inclusive aún si se trata de un perverso delincuente como el ex presidente).

Es necesario, llegado el momento, para el afianzamiento de las instituciones democráticas en el futuro, que Kirchner rinda cuentas de todos sus desatinos, la corrupción endémica de su gobierno, su descomunal enriquecimiento y sus desvaríos hegemónicos ante los tribunales del país y pague sus culpas en la cárcel.

Y tercero y fundamental, y constituye el principal riesgo para la penosa marcha del país, que si Kirchner no restablece su salud, la presidente quede sin su principal apuntador y consejero. No es que la influencia de Kirchner sea buena. Muy por el contrario, es perversa y maligna.

Pero es inimaginable la marioneta sin el titiritero. Sería como un barco sin timón, a la deriva, a merced del oleaje y del viento. La verborrágica dama como una veleta, prendiéndose a todo micrófono que pueda, para encarar la realidad con su deformada óptica y expresarla maliciosamente con mentiras y falsedades.

Pero peor aún, es que Cristina caiga en manos del corrupto círculo íntimo de la cúpula presidencial. Estos son de una ideología tan arcaica, retrógrada, equivocada y aún más incapaces que su consorte. Una versión actualizada del López Rega del gobierno de Isabel Perón.

Por otro lado, en este caso es de aplicación el dicho del refranero popular “más vale malo conocido que bueno por conocer”. Y más en esta circunstancia en la cual la estrella del ex presidente está cada vez más opaca y eclipsándose rápidamente. Su imagen es más del 80% negativa. Si bien sigue causando daño, ya es un cadáver político.

Tengamos fe en el restablecimiento del ex presidente. Tengamos fe en que se evidencie nuevamente que "Dios es Argentino".

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