TRAMPA

Diario Castellanos - 06-Nov-09 - Opinión

Argentina, el país hecho trampa

por Pedro Tehler

Cuando empieza el día, a las 7:30 de la mañana, los canales de noticias nacionales, comienzan su programación con el listado de los diferentes piquetes con sus correspondientes protagonistas que se desplegaran a lo largo del día por todo el territorio nacional, indicando detalladamente los horarios estipulados para el corte y la agrupación en cuestión que implementara la molesta acción en cuestión.

Acto seguido las cámaras de televisión se dirigieron ayer a las entrañas de Buenos Aires, para relatarnos a todos los argentinos que un caos imperante en la superficie desde hace ya más de un lustro, se ha propagado hasta el subsuelo, donde trabajadores de los subtes se declararon el huelga porque les niegan la libertad sindical, entonces fuimos testigos de una interminable lucha de cantitos entre dos grupos de trabajadores, los que quieren gremio propio y los que quieren seguir con el gremio actual, como siempre el que sufre el pobre usuario del servicio, que padeció un verdadero infierno para trasladarse por la ciudad.

A principio de semana piqueteros anti k cortaron durante 30 horas la avenida 9 de Julio, la más ancha del mundo, reclamando su inclusión dentro de los últimos planes sociales que ha lanzado el Gobierno nacional que entre tanto clientelismo olvidó agregar sus nombres a la lista de beneficiarios, pero no importa, el gobierno diligente los incluyó en el acto y se terminó el corte.

Luego de que los porteños disfrutaran la libertad de tránsito por dicha avenida durante unas horas, esta fue nuevamente cortada, esta vez por piqueteros pro k, que en una extraña demostración de apoyo cortaron la 9 de Julio nuevamente para hacerle saber a todo el país que su obrar tenía dos propósitos, primero demostrar ante todo el país su incondicional apoyo hacia aquellos que les dan plata sin trabajar y segundo desquiciar un poco más si cabe a los pobres porteños.

Se cortan rutas, accesos, avenidas, bulevares, calles y pasajes, si hay que destacar algo es lo plural de estas medidas, ya que no discriminan entre arterias chicas o grandes, con tal de molestar cualquier espacio es adecuado, siempre y cuando entorpezca lo máximo posible a todos aquellos ciudadanos anónimos que tienen horarios que cumplir, trabajos que realizar, obligaciones que atender.

Argentina ha dejado de ser un país al uso, se ha transformado ante nuestros ojos, sin que percibamos la mutación, en una especie de carrera de obstáculos, en una trampa abierta que nos engulle y nos come, para luego escupirnos, sólo para volver a comernos. Triste destino el nuestro, haber nacido en un país con un potencial de riqueza envidiado por el mundo entero, pero lamentablemente habitado por nosotros, que nos la hemos ingeniado para transformar este vergel en un paraje yermo.