HABRÁ EXPLOSIONES
No se descartan fuertes manifestaciones sociales antes de fin de año, como consecuencia de actitudes que provienen del Gobierno
Se advierte un gran malestar de parte de importantes sectores de la comunidad. El clima de provocación que parte de hechos y discursos oficiales
Por DIEGO BADULANNE
No podría atribuírsele a esta información, connotaciones de alarmismo, o peor todavía, de desestabilización, como le gustaría hacerlo al Gobierno, y como de hecho lo hace con cualquier versión que simplemente no le venga bien, por más que la misma se ajuste estrictamente a la realidad. El común ciudadano puede percibir por si mismo el clima que se encuentra flotando en el aire. El mismo aparece en cualquier conversación callejera, de café, o en las muy elocuentes expresiones de la ciudadanía a través de los Medios de Comunicación, como lo son las cartas de lectores, los llamados a las Radios, y los comentarios que aparecen al pie de las distintas notas de los medios digitales que utilicen sistemas interactivos. Todos son claros ejemplos del fuerte malestar que retiene la gente, en contra del Gobierno.
Recientemente pudo saberse que un importante medio del Brasil, “O Estado de São Paulo”, reveló un dato que los medios argentinos no se animan todavía a publicar, y es el que habla de una intención de voto a favor de NÉSTOR KIRCHNER del orden del cinco por ciento, para estos días. Consultados un par de expertos en análisis políticos, de la Argentina, coincidieron en que efectivamente, esa cifra y no otra que sea superior, sería la real en cuanto a imagen positiva que reúne el ex Presidente NÉSTOR KIRCHNER. Pero estos especialistas agregaron un dato más, a esa impactante información: la Presidente, CRISTINA de KIRCHNER, tendría el mismo nivel de aceptación, o aún uno menor, que el que se registra para su esposo.
En nuestro país, o en otro cualquiera, del lugar del mundo que sea, una situación como la descripta presenta una alta probabilidad de enfrentamiento popular en contra del Gobierno. Esto no es una apreciación de quien esto escribe, sino que está claramente escrito en los libros de Historia.
Si hasta el momento no se ha producido aquí una fuerte manifestación popular como la señalada, es, fundamentalmente por dos razones: la primera tiene que ver con el fuerte autoritarismo de la pareja presidencial, y con la convicción de que la misma no tiene ningún tipo de escrúpulos en pasar por encima de la Ley, si fuera necesario, para combatir o amedrentar a la población. La restante se vincula con la debilidad en la oposición, y con una falta de propuestas de su parte, lo que hace pensar a la gente que forzar la terminación anticipada de un mandato, probablemente haga caer al país en otra situación similar a la que hoy está viviendo, o directamente desbarrancarse hacia el vacío.
Día a día se suman hechos que dejan desconcertados a los ciudadanos que están en condiciones de pensar y de hacer algo por el país. Los actuales descubrimientos de una gran mafia vinculada a los medicamentos, y su conexión con altos funcionarios del Gobierno, suman inquietud y bronca, pero se trata de sólo uno de los tantos casos que están en grado de sospecha, cuando no en la convicción de la ciudadanía.
La poca seriedad que representa que el Ministro de Salud de la provincia más importante del país reconozca que el 10 por ciento de los medicamentos son falsificados, sin que él mismo haya hecho alguna presentación judicial para la investigación y liquidación de un caso semejante; o que el principal responsable del órgano recaudador federal reconozca públicamente, en una excusación que por supuesto nadie ha creído, que más de 200 de los principales hombres que tiene a cargo, actúan sin su conocimiento, obviamente provocan un gran malestar y disgusto en la población. Es algo que suma más razones todavía, a la falta de credibilidad en los gobernantes, tal como se ha venido exponiendo en distintas notas de ENFOQUES POSITIVOS.
Es cierto que la actual falta de confianza en el Gobierno no es novedosa en la Argentina. El país ha tenido en varias ocasiones, en los últimos años, sensaciones semejantes. Pero no es menos cierto que este tipo de clima ha servido muchas veces para crear condiciones propicias para poner en peligro la estabilidad política, jurídica y económica del país.
El clima de rispidez social se ha dado además, por las entendibles angustias económicas que sufre y seguirá sufriendo un importante sector de la población. Es lo que ha alertado a algunos observadores y los ha llevado a pensar en la posibilidad de conflictos sociales agudos, en los próximos meses.
Si estos finalmente se manifiestan, y de modo generalizado, a través de duras y masivas protestas, ya sea organizadas o estimuladas por la situación creada en el campo, o desde otros sectores de la sociedad, como lo puede ser el de la población postergada que habita en diferentes lugares del Gran Buenos Aires, el Gobierno se vería en serios problemas, porque no está en condiciones de frenar un proceso semejante tan sólo con promesas de futuros cambios. Ese sistema ya está agotado. Y tampoco podría reprimir, porque los integrantes de las Fuerzas de Seguridad, por más aleccionados que crea el Gobierno que están, para defender especialmente a sus integrantes, no conseguirá que esos hombres y mujeres, que al ser argentinos sufren como cualquiera otro de esa condición, se expongan a terminar lastimados o sometidos a juicios, tal como ha sucedido en la última crisis política importante que tuvo el país, cuando gobernaba la Alianza encabezada por FERNANDO de la RÚA.
La situación, como se ve, no es fácil, como no lo será impedir que NÉSTOR o CRISTINA KIRCHNER sigan deteriorando las instituciones del país, y agravando su situación económica, o empeorando la imagen nacional ante el mundo. Pero aún los malos mejor organizados y eficientes, tienen un final, en algún momento y en algún lugar …
Fuente: ENFOQUES POSITIVOS.
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