MEDIOCRACIA
el legado histórico del Kirchnerato
Para la mediocracia, la instauración del lenguaje crítico -desatado con toda la violencia del cine de terror zombie- sólo es posible cuando los universales abstractos se acaban. Entonces se comienza a hablar.
Lo interesante -es decir: lo que debería colisionar contra la doxa e interpelar a la opinión pública y a sus formadores- es la naturaleza nunca abstracta del tópico de la corrupción. Si uno accediera a considerar al Kirchnerato como un relato político (concepto que debe usarse con pinzas), no sería honesto obviar el rol de la corrupción como personaje casi vitalizador de su épica.
El elemento corrupto fue el primero -y en todo relato político suele ser el único- que instaló al Kirchnerato bajo el dominio de su propia naturaleza pragmática.
El discurso pulido de las reivindicaciones históricas y las reparaciones derecho-humanísticas sólo pudo volverse rugoso a partir de los casos concretos de corrupción.
Y una propiedad de la rugosidad es volver más tangible a su objeto.
Ese punto ciego en el relato kirchnerista, la corrupción, fue inmediatamente visible. Nunca fue un abstracto inasequible. De hecho, fue casi inmediatamente lenguaje.
De esto hace ya mucho tiempo.
Sin embargo, el tema se vuelve pragmático en sí mismo cuando de la filosofía idealista del lenguaje mediático se pasa inmediatamente a la filosofía fenomenológica de los intereses de las corporaciones mediocráticas.
Las corporaciones no callan -no callaban- lo que no hay por decir.
Callan -callaban- lo que la textura misma del relato político corrompible del Kirchnerato vuelve silencio a cambio de la satisfacción de sus necesidades. Que son, fenomenalmente, financieras.
Con una visibilidad pública fuera de lo común, las profundas y complejas aristas de una confrontación directa entre las instituciones de una democracia y los aparatos de control mediático de las corporaciones será, si no el único, el principal debate que el Kirchnerato deje servido como legado histórico.
# posted by Mavrakis
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