LA CAÍDA DE STORNELLI

La caída de Stornelli: un gesto de autonomía de Scioli que debilita a Aníbal Fernández



El ministro saliente controlaba los movimientos del gobernador y su círculo.
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Por Alexis Di Capo

En el final de una crisis que tiene un año, Daniel Scioli echó a Carlos Stornelli, responsable de continuos fracasos al frente del Ministerio de Seguridad de Buenos Aires, donde designó en los altos mandos a comisarios provenientes de la gestión de León Arslanián considerados entre los más corruptos e inútiles de la bonaerense. La expresión máxima del desastre de la seguridad bonaerense fue el descubrimiento tardío de los cuerpos de la familia Pomar. En medios policiales se le adjudica a Stornelli haber ordenado una zona liberada en El Tigre para perjudicar al intendente Sergio Massa -enemistado con Néstor Kirchner- por orden de Aníbal Fernández.

Hace varios meses que se descontaba la salida de Stornelli del gobierno, pero Aníbal Fernández impedía el cambio y dejaba mal parado a Scioli ante la gente de Buenos Aires, que se sentía totalmente insegura frente a la falta de policías en la calle. La inseguridad es la principal preocupación de la población y el fracaso en este tema condiciona las posibilidades de Scioli de conseguir su reelección.

Un mensaje a Kirchner

Blas Altieri, el nuevo intendente de Pinamar, fue respaldado por Scioli aun contra el círculo kirchnerista, que lo resistía por su pasado menemista. Éste fue uno de los primeros gestos de autonomía dados por el gobernador después de que el kirchnerismo perdiera la mayoría en el Congreso. El despido de Stornelli es el segundo gesto. El Fiscal Federal, que ahora volverá a su cargo, era, como ya señalamos, una especie de comisario político que reportaba al Jefe de Gabinete, que también monitorea lo que ocurre en la seguridad porteña a través de sus excelentes relaciones con el Ministro de Seguridad Guillermo Montenegro. En el nuevo escenario, Stornelli pierde el poder y Montenegro esta también a punto de salir del gabinete macrista, luego de que el juez federal Norberto Oyarbide le tomara indagatoria. Juan Carlos Paggi, Jefe de la Policía de Buenos Aires, y su jefe de inteligencia, el Comisario General Hugo Gabriel Matzkin, estarían sospechados de haber espiado los teléfonos de Scioli y su círculo íntimo, a pedido de Stornelli y por encargo de Aníbal Fernández. Los objetivos de este espionaje habrían sido dos. Por un lado, conocer si el ex motonauta estaba preparándose para romper lanzas con el kirchnerismo. El segundo, conocer determinados negocios del equipo sciolista, por ejemplo, las contrataciones del entonces Ministro de Salud Claudio Zin con el dueño de Droguería San Javier, Néstor Lorenzo, uno de los principales imputados en la causa de la mafia de los medicamentos, a través de las gestiones del Subsecretario de Control de Salud de la Provincia, Alberto Costa. O el shopping inmobiliario de Scioli en Cerdeña y La Toscana, que tuvo lugar el año pasado.

Casal

La designación de Ricardo Casal, actual Ministro de Justicia, en un Ministerio unificado con el de seguridad es una demostración de sentido común. Casal propuso reformas razonables al Código de Procedimiento Penal, endureciendo las excarcelaciones, que contó con el apoyo de de Unión PRO y que ya está en vigencia. Stornelli volverá a la Fiscalía Federal y se haría cargo -otra vez- de Skanska, el caso de corrupción más grande de la etapa kirchnerista, cargo que abandonó para irse con Scioli a pedido del entonces ministro de Justicia Aníbal Fernández.

Casal tendrá la difícil tarea de remover la cúpula policial de Stornelli, una de las más corruptas e inútiles en la historia de la bonaerense. El 18 de diciembre pasado, Informadorpublico.com informó así sobre este tema:

Stornelli conocería los secretos del poder a través de una SIDE paralela