OYARBIDE

Al mismo juez le caen como anillo al dedo, las figuras jurídicas que consideró para imputar y procesar a Macri. Debería ser procesado y juzgado, como miembro de una asociación ilícita montada para proteger la corrupción de ciertos funcionarios del gobierno y empresarios amigos. Cabiéndole además la de encubrimiento agravado por no investigar a fondo el enriquecimiento ilícito del matrimonio presidencial. En ambos casos no se trata de presunciones, sino en amplias evidencias que son de público conocimiento. Al interceptor de escuchas telefónicas llamado C. James, lo considera un hongo, nace de la noche a la mañana. Funcional a las necesidades de la organización que integra, no tiene pudor en encubrir la larga gestión de este en la Policía Federal, pero si lo hace de su corta actuación en el gobierno porteño. Encubre al que dice estar juzgando para poder argumentar su decisión de procesar a un opositor. Esto puede hacerlo porque tiene cubierta sus espaldas en el Concejo de la Magistratura, un apéndice más del poder kirchnerista.

Emilio Zuccalá

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