La gente INTELIGENTE habla de IDEAS, La gente MEDIOCRE habla de COSAS, La gente IGNORANTE habla de la GENTE

adsense

lunes, 17 de mayo de 2010

RELATIVISMO MORAL


-ARGENTINA: El relativismo moral
Por Malú Kikuchi

www.notiar.com.ar


Hechos: en General Villegas, pueblo agropecuario de la provincia de Buenos Aires, 19.000 habitantes, en noviembre 2009, Mario Magallanes, 24 años, José María Narpe, 28 años y Mariano Piñero, 29 años, casado y con un hijo, mantuvieron relaciones sexuales con una menor de 14 años. Esto fue filmado con un celular y luego retransmitido por otros celulares.

Hechos: Código Penal, ley 25.087 (7/5/1999), “Delitos contra la integridad sexual”. Artículo 2, d) “La pena será de 8 a 20 años de prisión si el hecho fuera cometido por 2 o más personas”. Artículo 3: “Será reprimido con prisión de […] si la persona es menor de 16 años, aprovechándose de su inmadurez sexual en razón de la mayoría de edad del autor”.

Hechos: Código Penal, ley 25.087, artículo 5: “El que procurare o facilitare la corrupción de menores de 18 años aunque mediare el consentimiento de la víctima, será reprimido con reclusión o prisión de 3 a 10 años”. Artículo 9: “Será reprimido con prisión de 6 meses a 4 años el que produjere o publicare imágenes pornográficas en que se exhibieran menores de 18 años”.

Hechos: Jueves 13/5/10, un grupo de personas (entre 150 y 200) marchó hacia a plaza de General Villegas manifestando a favor de los imputados del abuso, portando pancartas con la leyenda, “Apoyemos a las víctimas (se refieren a los 3 abusadores) de esta injusticia, toda una ciudad sabe la verdad”.

Hechos: Todo lo anterior tipifica abuso sexual agravado y distribución de pornografía infantil. El fiscal Fabio Arcomano pidió la detención de los 3 abusadores. El juez Gerardo Palacios Córdoba dio la orden de captura como medida cautelar. Todavía no han sido detenidos. Se desconoce el paradero de los 3.

Hechos: Hasta el intendente Gilberto Alegre que sostiene estar escandalizado por los hechos que involucran a la menor, dice de ella que: “si tuvo relaciones con 3 hombres a la vez es porque algún problema tiene” y agrega que en Villegas dicen que la menor es “rapidita”.

Como siempre en nuestro país, en vez de juzgar el delito, se juzga a la víctima. Se buscan razones que justifiquen el hecho, se le atribuye a la víctima el haber provocado y propiciado el delito. Cuestión que el o los delincuentes, puedan quedar libres de culpa y cargo.

Moral viene de “mores”, o sea, costumbres, y son normas de conducta y convivencia ligadas a la ética. Se supone que los valores morales defienden la dignidad de la persona.

Para los adeptos al relativismo moral, éste no puede estar basado en normas absolutas, sino que dependen de verdades éticas condicionadas por las circunstancias, la cultura y los sentimientos. Una moral cómoda y laxa.

Pero si de verdad la moral fuera relativa, no existirían en todos los idiomas las palabras “bien”, o “correcto”. Y existen como descripciones morales. Porque hay una moral universal más allá del tiempo, el lugar y la cultura.

Para los SS nazis, exterminar judíos, comunistas, homosexuales, gitanos, sacerdotes y todo aquel que no entrara en sus códigos étnico/políticos, era moralmente aceptable. Pero no estaba bien, estaba mal. El pecado del siglo XXI es el relativismo moral (Benedicto XVI).

Hay hechos que están bien y otros que están mal. Hay hechos que están mal que podrán tener atenuantes y explicaciones, pero nunca justificaciones. Que 3 adultos sin deficiencias mentales visibles, tengan relaciones sexuales con una menor de 14 años, está mal.

Si la menor les hubiese suplicado de rodillas tener esas relaciones sexuales, seguiría estando mal. Porque es una menor y no es responsable de sus actos. Es tan aberrante culpar a la menor del hecho en sí, como disculpar la violación de una prostituta o el asesinato de un asesino. Está mal. Y si está mal, no se hace.

Si además de la aberración cometida, ésta es difundida por un medio de comunicación al alcance de cualquiera, incluyendo otros menores, está mal; y si está mal, no se hace. No porque lo diga el código penal, cualquier persona en su sano juicio sabe que está mal. Sin disculpas de ningún tipo.

¿Qué le pasa a la gente de General Villegas que sale a defender lo indefendible? ¿Qué pasa en una sociedad cuando tergiversa de esta manera los valores básicos de la convivencia? ¿Sobre qué normas establecen y fundamentan la educación de sus hijos?

Después de la marcha a favor de los abusadores, ¿volvieron a sus casas y les explicaron a sus hijos por qué lo habían hecho, qué era lo que defendían, y cual era la razón para atacar a una menor abusada por 3 adultos?

Manuel Puig, escritor nacido en General Villegas, basó sus dos primeras novelas, “La traición de Rita Hayworth” de 1968 y “Boquitas pintadas” de 1969 en un pueblo llamado “Coronel Vallejos”, en clara alusión a General Villegas.

Puig decía, hablando de su lugar de origen, “crecí en la pampa en un mal sueño”, y añadía que en el pueblo “no importa lo que pase, importa que nadie se entere”. Esta vez se enteró todo Villegas, es más, se enteró el país.

Una de las manifestantes a favor de los abusadores, con un bebe en brazos, sostenía repetidamente ante las cámaras de un canal de TV, “son muchachos de pueblo”, “son muchachos de pueblo”. Con lo que quería decir que eran buenos muchachos.

No todos los muchachos de pueblo abusan de una menor. Es de esperar. Lo terrible, lo que asusta más allá de cualquier adjetivación, es que un grupo social de cierta importancia numérica en un lugar poco poblado, reaccione tan fuera de la moral más elemental.

¿Es sólo General Villegas o este relativismo moral está corroyendo a toda la sociedad? Una sociedad que acepta mansamente negociados, coimas, lavado de dinero, aumento del narcotráfico, manipulación de las instituciones, falta de justicia en el poder judicial, ausencia del estado de derecho, está grave.

Una sociedad que tiene dos lemas para regirse, 1ª, “billetera mata galán” y la 2ª, “hay que zafar”. Para rematar con el consabido y resignado, “es lo que hay”. Todo junto y sumado, habla de una sociedad enferma, de la que formamos parte todos. Ni a Discépolo se le hubiera ocurrido un cambalache semejante.

Argentina hace ya demasiado tiempo que se está quedando sin valores (no es solamente el valor de la moneda lo que se pierde, aunque ese también se pierde). Esos valores que pierde, los reemplaza con precios.

Desgraciadamente no se reconstruye una patria con precios sino con valores. Y estos, parece que han desaparecido. No se consiguen, no hay en el mercado.

Con un poco de suerte, en vísperas de este triste bicentenario, quizás Guillermo Moreno afloje las prohibiciones, y ya que no hay valores “made in Argentina”, permita que los importemos.

Claro que el problema es serio; en este mundo actual, si se pudiera, ¿de dónde los importaríamos?

maluki@fibertel.com.ar

Gentileza en exclusiva de www.lacajadepandoraonline.com para NOTIAR

No hay comentarios.:

Chiste de la semana

Chiste de la semana