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miércoles, 12 de mayo de 2010

BLANCO DE MIERDA


Reportaje a un argentino... diferente
La verdad que esto merece ser difundido y meditado...

Hola, permítanme presentarme... soy un negro habitante del conurbano bonaerense, aunque bien podría estar viviendo en alguna de las villas de la Capital Federal. Esa cuestión no importa. Le pedí la pluma prestada al escribiente, dado que soy bastante bruto para escribir porque no me eduqué bien y tampoco me interesó demasiado hacerlo y por supuesto, no lo pienso hacer.

No he cumplido muchos años de vida pero ya tengo 5 pendejos, por los cuales, gracias a usted, cobro $ 900 en concepto de Asignación Universal por hijo.
A eso hay que sumarle mis $ 1.000 por un Plan Argentina Trabaja, más los $ 150 de mi señora por un Plan Trabajar que se multiplica dado que vivo con mis suegros que tienen otros 2 Planes iguales. Lo que suma en total un importe de $ 2.350 por mi hogar.
Todo eso me viene absolutamente gratis, ya que ninguno trabaja, y lo cobro alegremente en los cajeros.

¿La casa...? Me la regalaron o la tomé, da igual. A eso hay que sumarle alguna changuita que me hago cuando el puntero peronista me convoca y voy a vociferar a la vía pública la marcha peronista en apoyo a Cristina, blandiendo un palo o un fierro amenazadoramente. Muchas veces nos tapamos la cara con pañuelos o pasamontañas, y eso nos hace sentir más fuertes y seguros.

Desde ya que de trabajar, nada. No trabajo. ¿Para qué si con lo mencionado me alcanza y me sobra...?
No pago ningún impuesto, me subsidian la electricidad y el gas, me dan bolsones de comida, calzo zapatillas Adidas de $ 800, veo Direct TV o estoy enganchado de Cablevisión y mi celular es de última generación. Eso me da mucho tiempo de ocio que aprovecho para ir a hacer estragos a la cancha, romperle la cabeza a un antagonista o a un policía (¡¡¡ Cómo odio a estos últimos...!!!), embriagarme, y mostrar mis ostentosos tatuajes.
Me gusta romper los trenes, las plazas, las bolsas de basura y hacer pintadas en algún edificio público. El concepto de espacio público no forma parte de mi acervo.

En la heladera tengo un amplio surtido de vinos y cervezas. En una cajita guardo el paco y la merca.
De mi pared cuelga un póster del Che Guevara. No sé muy bien quién es ni lo que hizo este barbudo pero yo lo admiro porque me siento parte y protagonista de algo.
De la alimentación de mis vástagos, se ocupa la escuela pública y si alguna maestra se atreve a querer disciplinarlo, allí estaré yo para pegarle una trompada.... ¿quién se cree que es...?
A veces los llevo a las marchas para que vayan absorbiendo la cultura piquetera y los uso como escudos humanos si los ratis se ponen pesados.

Mi vida transcurre entre cogidas con mi jermu, alguna compañera de las marchas, o cualquier puta de Constitución.
Debo confesar que a veces también miro a mis hijas con ojos libidinosos. ¡ Eh... ! No me juzgue, porque al fin y al cabo son mías. Yo soy su padre.

A veces me pega mal la merca y salgo a hacer “algún hecho”... entiéndase, a afanar. Prefiero como víctimas los pendejos que salen de la escuela o los jubilados, porque esos no saben defenderse. Es fácil.

Si se me da por trabajar, lo hago sólo por unos días y nunca trabajo los lunes. Es San Perón. El tema es que no puedo trabajar en blanco porque pierdo los planes sociales y eso es mala palabra para mí.

Las jodas comienzan los viernes, sacó mis potentes bafles, hago sonar pibes Chorros” o “El Polaco” y comienzo a intoxicarme.
Asado todos los fines de semana y dada la resaca, los lunes duermo hasta tarde.
Si existe algo que me perjudica o no me gusta, salgo con los compañeros a cortar calles, vías y siempre tengo un arsenal de piedras para repartir a quien le moleste.
Me río de los imbéciles que trabajan y pagan sus impuestos porque gracias a ellos yo puedo seguir adelante con mi cómoda vida.

El Estado me garantiza libertad de acción y si caigo a la Tumba (prisión) por algún motivo, sé que las benignas leyes y los derechos humanos, me amparan.
Este sistema es un paraíso para mí y siempre los peronistas tendrán mi voto. Y como cada día somos mas, gracias a que no hacemos otra cosa que “darle” a las negras, los peronistas seguirán gobernando. Y si por casualidad llegaran a caer, me encargaré por todos los medios de sostenerlos en el poder.

No tengo mucho mas que ampliar. Se acerca el fin de semana y ni hablar, se acerca el mundial...!!!

Sacaré a relucir mi camiseta de $ 400 y la bandera argentina. Jua...! Si el creador de la bandera supiera que todo su trabajo, tesón y renunciamiento sólo sirvieron para que yo existiera, se volvería a morir.

¡ Qué me importa...! Además ese Belgrano (creo que así se llamaba), era rubio y tenía ojos azules. ¡¡¡ Qué asco...!!!

Me importa lo mismo que me importas vos. Ni hablar si sos blanco. Si sos blanco, te odio más. Por eso, cada vez que me mires de soslayo y arrugues la nariz, cada vez que una negra embarazada esté a punto de parir, cada vez que te corten una calle o una vía, o te rompan la vereda, te ensucien, te pinten la casa, no te dejen dormir con la música, te afanen, te pisen, te escupan, tenés que recordar que yo existo gracias a vos y a tus impuestos...

¡¡¡ BLANCO DE MIERDA...!!!

1 comentario:

Sebastián dijo...

Esto es en joda ¿no?
Que triste si hay gente que piensa así, no como el "negro", sino intentando ponerse en su lugar y escribiendo tantas falacias...
En fin, soy optimista y confío en que lo escribieron en joda y no es más que un (mal) chiste!
Salud!

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