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PAPELONES EN LA GIRA ESPAÑOLA DE NÉSTOR Y CRISTINA

Por Guillermo Cherashny (*)

Era razonable esperar que en el viaje a España el matrimonio presidencial no se perdiera en el delirio de hablar del "milagro" argentino” y la vuelta del crecimiento a tasas chinas, en momentos en que ese país trata de detener su crecimiento para evitar las burbujas inmobiliarias. Cristina se ocupó, entonces, de darles consejos a los españoles para que no hagan el ajuste que proclamó José María Rodríguez Zapatero, que motivó la suba del Ibex del martes pasado. Esto, junto con la devaluación del euro a 1,22 pasó a ser la fórmula para salir de la crisis europea. El nuevo gobierno británico anunció también un ajuste del gasto público de 7.000 millones de libras esterlinas, aunque Gran Bretaña está fuera de la UE. Y tanto España como Grecia y Portugal anunciaron recortes del gasto público. Sin embargo, el consejo de CFK es que, a la inversa, lo aumenten. Pero el pequeño problema es que esos países se financian en el mercado voluntario europeo y éste no los financiará más si no ajustan sus cuentas públicas.

Argentina aumenta continuamente su gasto público -por lo menos hasta ahora- vaciando el BCRA, el ANSES y todas las cajas a la vista. Pero no se sabe a ciencia cierta cómo hará el año que viene, aunque varios economistas sostienen que el Central lo puede financiar hasta la entrega del poder en 2011. En tanto, otros sostienen que es dificultoso lograrlo y que se verán obligados a adelantar las elecciones. Con esta política expansiva, el kirchnerismo quiere recuperar parte del voto urbano que ya había perdido en el 2007. Esto actualmente resulta casi imposible, ya que en ese año el consumo era alto, en tanto el voto de los pueblos de menos 50.000 habitantes con los que ganó muy bien en octubre del 2007, lo perdió con la resolución 125, que motivó la derrota del 28-j.

Los Kirchner no sólo se dieron el gusto de hablar mal del ajuste cuando Rodríguez Zapatero lo está haciendo en su país, interviniendo de este modo en los asuntos internos de otra nación. También hicieron otra más, como recibir al juez Baltazar Garzón, recientemente suspendido por el Tribunal Supremo, lo que motivó el repudio de todo el Partido Popular. Y, para no privarse de nada, los Kirchner terminaron criticando el proteccionismo europeo pero reculando de hecho con las medidas que anunció Guillermo Moreno.

(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo de Guillermo Cherashny por gentileza del Informador Público